Pulso de Vida

Este disco , el primero que realizó a piano solo, es un intento por saldar una antigua deuda. El piano fue el camino por el que me inicié en la música desde la infancia, cuando aprender a tocarlo era casi como un juego más. Luego la relación se hizo seria y en el piano hallé el aliado de toda mis búsquedas, un amigo fiel , un confidente , un confesor, . . Sin embargo no fue hasta “Pulso de Vida” que me enfrenté en solitario a este instrumento para mostrar el lado más íntimo , y más apasionado de mi vida. Esta música sale del piano de mi casa, y está dedicado a las personas que amo , y , entre todas , muy especialmente a la que supo (y sabe) adivinar mi corazón.
José María Vitier
Alguien ha dicho que el piano, ese instrumento de invención casi reciente, se ha convertido hoy casi en sinónimo de la música misma. No lo creo, pero tratándose de José Ma. Vitier, pianista y compositor tan versátil como prolífico, bien podemos valernos de esa opinión y apoyarnos en ella para comenzar este comentario, con cierta lógica, por el piano.
Lo usual sería quizá distinguir al intérprete del compositor, pero esto resulta prácticamente imposible en el caso de José María, pues nos hallamos ante lo que Alejo Carpentier calificaría, con su recordado acento bretón, de “verdadero bloque sin fisuras”. Sobre la obra para piano de Vitier existe consenso al relacionarlo con las cumbres de la pianística cubana: Saumell, Espadero, Cervantes, Lecuona, Gramatges. En contraste, hay escasa referencias –si las hay- a la impronta de los pianistas populares cubanos en el estilo de Vitier. Nos atrevemos a mencionar dos, que además contaban con una sólida formación académica: en el ámbito del son, Lilí Martínez y en el danzón y el jazz, Frank Emilio Flynn, seguidor a su vez de Antonio María Romeo (danzón) y Art Tatum (jazz). El mayor de ellos, Chucho Valdés, ha sido inusualmente categórico al referirse a José María Vitier, de quien comenta:
Una depurada técnica (…). Su sonido es tan especial, que aunque no se diga su nombre, se sabe que es José María Vitier; el dominio de los pedales, la dinámica y la forma de interpretar, han hecho de este artista uno de los fuertes pilares de la pianística cubana. Su trabajo como compositor (…) lo han convertido en un consagrado artista.
Chucho sabe lo que dice. Como José María,ha explorado el mundo sonoro de la Isla en busca de sus raíces y esencias. Él sabe lo que es adentrarse en las más arcaicas liturgias y conoce de los trabajos y las búsquedas que han llevado a Vitier por un camino propio, mas con ineludibles puntos de contacto. Es importante recordar el tránsito de José María por el jazz, que de ninguna manera es un acercamiento pasajero,(..) y Vitier se solaza igualmente con la habanera, el danzón, el son, la trova y el bolero, partes de un mismo entramado histórico-musical.
Leonardo Acosta
Musicólogo.
Espíritu de Trova
Una cosa aprendí para siempre de aquellos viejos trovadores santiagueros. Fuera cual fuera el derrotero estético que tomara mi música, siempre estaría presente la aspiración de reproducir aquellas intensidades, aquel temblor, aquella temperatura emocional de la auténtica trova. José María Vitier
La Trova
Los dueños de la pena,
Hondamente respetuosos
De la ponderación de sus perfumes,
Delicados caballeros
Que han rendido
Toda la vida a la sonrisa del dolor,
Ya van llegando fieles,
Al hogar de su costumbre misteriosa.
Carcomidos, calcinados,
Sin guitarras que sirvan,
Saltándose el alambrito de la prima
Y sin mágico ron (en la ceniza
Final acorralados por el resol bulloso
De la mañana santiaguera),
-cántennos señores, algo por favor, que aún hay tiempo:
aquella de SINDO, aquella de Corona
o Delfín: algo, sí,
que nos alivie y enamore, que nos salve….
Cintio Vitier.
La vieja estación
(Obra compuesta originalmente para una película donde nunca se uso esta música; sirve aquí de homenaje a los directores de cine).
Esa pasión casi clandestina de componer músicas al servicio de emociones ajenas a mí me ha aportado un cierto oficio, y sobre todo una cierta humildad. José María Vitier
Déjame cantar una melodía.
En las sombras de la noche.
En las sombras del cine.
En las sombras.
Fina García-Marruz
Canción de otoño
El acto de escribir música debería desembarazarse un poco de lo causal y utilitario, y recuperar la jerarquía de una actividad secreta que no aspira a nada más. José María Vitier
De José María para Silvia
(Tenías un sueter verde y un jean marrón)
Y en la suave risa, en el asombro
La tentación de ser tentada, todo el temor, y
La invencible sospecha de la felicidad.
(Tenías un sueter verde,
un jean marrón)
Y de repente fue arduo
Cualquier camino diferente al que nos unía,
Los pasos parejos en la acera gris
Compás que surge, razón .Oleada.
De los pasos jóvenes a ninguna parte
Tenías un sueter verde?
Si.- Y una mirada. Después lo explico-.
Tenías un jean marrón
Y un aire
Como de no temerle a nada
Todo misterio
Todo desafío,
Paso franco, brazo partido.
Y un porquesí, romántico y porfiado.
Tenías un sueter, ¿sueter?
Quizá un pull over, porque era Julio
Verde sin mangas y un jean marrón, marrón claro más bien.
Y esos colores imprecisos eran los colores
Fijos de la noche. De mi noche primera
Con la muchacha nueva
Tenías los ojos verdes. Eso sí.
Verdes de primera vez
de nunca antes.Verdes
de morir y nacer en ellos
Verdes de por siempre si
Asi que nací y morí en ese instante
En esa mirada de nuncajamás
Y sobreviví para contarlo
Tema de Laura.
(Homenaje a la actrices del cine cubano)
De Silvia para José María
Amanece el Piano,
suave,
enamorado imposible del silencio.
Las notas lejanas
confunden su trinar con el sinsonte.
El totí repiquetea la ventana.
El gallo lejano canta
ausente de la música
que envuelve la mañana.
Afuera, el jardín, húmedo y tibio,
esconde la muerte de la flor nocturna.
Abre la gardenia.
El rocío perfuma el pecho de los pájaros
y el cocotero, burlón de la distinguida palma,
baila cadencioso con la brisa.
Somos tú y yo parte del paisaje.
La fortuna inmensa nos rodea,
mas incrédulos, buscamos cada día
su transparente aroma.
Elogio a un tumbao
(Homenaje a los pianistas cubanos)
…Y, resucitador,
rompió el son: el espacio
latió de nuevo en plena gloria,
las semillas bailaron, el hirsuto
tripaje de los cueros amaneció cantando,
el güiro seco construía
los huesecillos de otro oído
para escuchar la clave de granadillo,
para burlarse del solemne responso
de la botija, para detener la corrupción,
para escuchar los tumbos del solo mar de la hermosura,
la vibración de plata,
el ser, el son,
burlador de la muerte…..
Fina García-Marruz
De Silvia para José María
…¡Cómo me enamoras cuando oigo tu piano!. Es como si me besaras, y yo creo que tu piano es eso: un beso. Un beso de la mañana, suave, acariciador, húmedo de rocío y tibio por el sol que asoma. Danzan las melodías y nos envuelven como en un júbilo; fuerza creadora y a la vez extraña sensación de que todo está bien, que nada podrá salir mal…
De José María para Silvia
No es este el regalo que tu amor merece
Y tal no habría que así se proclamara
como imposible sería te brindara
por amor los panes todos y los peces
Y así como sin pausa cada instante crece
la distancia que separa los regalos
del regalado amor que los inspira
(Cual los tímidos arpegios de una lira
Mal le cantan a su Musa deslumbrante)
He aquí como devine andante amante
y a la Vieja Habana fui de gira.
Buscando estuve y me encontré estos cantos
Que son ajenos pero solo en parte
Porque son los extremos de aquel arte
Antiguo de amar y de expresarlo tanto.
Los que ampara tu cariño como un manto
Acaso sientan que de esta forma expreso
un algo más, un qué se yo, el exceso
que va del místico pesar del santo
a la moderna inmediatez de un cuento,
y de la eternidad a este momento
en que te quiero no se sabe cuánto.
De tu esposo para siempre, José María
Tu amor es una lámpara encendida
Silvia, en la raíz misma de toda mi creación, está ella, afinando el rumbo preciso de todos mis empeños, ejerciendo ese conocimiento que se diría profético, con el que desde siempre ha imaginado mi música. José María
De José María para Silvia
Que tenue y deleitosa
La luz que esparce sobre cada cosa
Devuelve a cada cosa su medida
De esa luz invencible yo me he asido
Pues su silencio alumbra
Y cuando me ha rondado la penumbra
Su luz ha susurrado en mis oídos
La vida nos contempla detenida.
La hermosa vida breve
¡Que intensa ha sido, qué fugaz, qué leve!
Tu amor es esa lámpara encendida
Que siempre me ha amparado
Luz de todas las noches de mi vida
Tu amor es una lámpara encendida.
Pequeña elegía
(A Ernesto Che Guevara in memoriam)
“Pequeña Elegía” constituye el tema central e inspirador de la obra “El Cantar del Caballero y su Destino”, lo grabé para este disco, en una versión que solo aspira a rescatar la natural espontaneidad de una interpretación como las que tantas veces se produjo en mi propia casa. José María Vitier
Ante el retrato de Guevara yacente.
Para Paco Chavarri
Derrumbado en el hielo de la muerte
por el plomo que fuiste a procurarte
en la lucha feroz, no estás inerte
ni está fuera de ti el rudo arte
de atacar con lo débil a lo fuerte:
arqueado el torso roto, el rostro aparte
de la sombra que quiere conocerte,
parece que ya vas a incorporarte
otra vez el fragor de la batalla,
lleno de luz el pecho, grave el ojo
de gaucho que a la muerte pone a raya,
y que otra vez ceñido el cinto flojo
de tu ropa viril, por la metralla
pasas triunfando al fin de tu despojo.
Cintio Vitier
Nunca
De Silvia para José María
….Sumérgeme despacio entre tu risa,
envuelve mis sentidos con tu aroma.
danza en mi interior tu amor prendido
y esperemos así la muerte abrumadora.
Será ella entonces apenas un rumor,
un canto de pájaros vencidos,
una nube, un sueño, un aletear
que no alcanza a volar, a borrar
la intensidad de los besos ya perdidos.
¿Será entonces la muerte un final?
o será inicio del amor del alma plena.
No importará el misterio, la nada,
ese silencio,
si entre mis manos las tuyas estuvieran.
Y en el temblor del amor que conocimos,
dentro de un beso, la vida se nos fuera.
Canto a Oddúa
Soy creyente,
porque creo en más cosas cada día.
Creo en un mundo de muchos caminos,
de muchas verdades y muchos destinos,
Y creo en cada pregunta del hombre,
Aunque entre todas ellas,
He preferido la pregunta
del amor,
y su insondable respuesta inesperada.
José María Vitier
Oración por Cuba
…Erguida, modesta, valiente! Ay, no serás nunca madre nuestra sino hija, Cuba, Cuba, loca mía, desvarío suave? Ay, pudiera yo protegerte cantándote tus propios sones de conocimiento «color de arcano», pudiera protegerte con tu propia rapidez tu honda lentitud! Pudiera decirte: no subas a esa alta montaña que tiene al pie todos los bienes de la tierra rebrillando aciagos, tú que nada supiste poseer, secreta y sola como alta palma, flor (de desierto. Pudiera proteger los sones que me acunaron y que ahora oigo como si faltara ya poco tiempo para que fueras a morir. Escapa, escapa, pelota, pez, colibrí, escapa, a todas las posesiones, a todas las certezas, a todas las negaciones, a todas las dudas, escapa, cefirillo, de la nube negra al hondo azul. Azul es tu prestancia y lo azul tu secreto. Escapa, como mirada de preso, al aire y al espacio tuyos! O salta, enloquece, búrlate, «mi bien», son suave, piérdete, acomete, abeja, miel, sinsonte, jilguerillo, a la sabana moteada, carmín, al «verde-claro». Que no te toquen, cuerpo glorioso, patria.
(… ¿A dónde iré
que no yazga en tu regazo, tierra
de mi vida, olear sin término?
Nada mía, tuya soy,….)
Fina García-Marruz
(Fragmento del poema “Hora” de Fina García Marruz, del libro La Habana del Centro)
Pulso de vida
Sé lo que soy
Creo que creo
Vivo que abro
Cierro que muero
Nazco que abrigo
Breve que paso
Lento me quedo
Solo que estamos
Solos y todos
De gozos y miedos
De prisa, de celos
De luces, de anhelos
De hambre y de cielo
Qué todos, qué solos!
Nos vamos?
Me quedo.
José María Vitier
CD- Grabado en Noviembre de 2007 en los Estudios de CATA, Madrid. DVD- Filmado en La Habana en 2008.